top of page

EL SUR, HISTORIAS DE MAPUCHES Y MUCHA LLUVIA, NOS VAMOS PARA ARGENTINA.

  • alaskatierrafuego
  • 4 oct 2017
  • 6 Min. de lectura

Dejamos Temuco con una gran felicidad de haber tenido un encuentro tan bonito y divertido con nuestros primos chilenos en dirección a Pucón.

Las lluvias han empezado y no cesan, tres días sin parar, acaban con nuestra ilusión del Sur, donde la única actividad con estos diluvios es meternos en remojo en una de las termas de la zona, junto al parque nacional Villarrica. Elegimos los Pozones, una de las pocas termas que no tienen un precio prohibitivo y que por cierto son espectaculares, son pozas naturales junto al río donde podemos entrar en calor y que prácticamente son para nosotros y una pareja de brasileños Daniela y Cesar que también están recorriendo el sur y donde nos dejan bien claro lo que no se puede hacer en este lugar .....


Necesitamos un plan B porque según el parte meteorológico, los próximos quince días las lluvias serán el protagonista de la zona.

Así que la alternativa es cruzar a Argentina a ver si el país vecino nos da la oportunidad de disfrutar su naturaleza, estamos muy cerca de San Martín de los Andes así que después de una visita fugaz a Pucón y a su magnífico lago ponemos rumbo al paso fronterizo de Mamuil Mamal.


Es la hora de comer y decidimos parar en Cararrehué, un pueblo que conserva una alta población Mapuche y que tiene un museo dedicado a este pueblo, estupendo, por lo menos podemos hacer una actividad cobijados del aguacero que está cayendo.

En el museo, nos recibe Cristian, un chico majísimo que se encarga de este lugar y que parece un libro abierto y donde nos cuenta muchas historias, mitos y realidades de este pueblo.

El Pueblo Mapuche, según la leyenda y sus creencias, surgió del mundo superior, donde estaban las estrellas, entre los habitantes había luchas y se cortaban cabezas, brazos y piernas que caían a la tierra y de estos estos trozos humanos, surgió el primer Mapuche que como se sentía muy sólo el rey de las estrellas mando a su hija a la tierra. Durante el descenso, se hizo daño y fue sangrando, y esa sangre creó los ríos, las montañas y todos los seres vivos, la princesa se unió al primer Mapuche y dieron lugar a su pueblo, “El pueblo Mapuche, Pueblo de la Tierra”.

Este pueblo vivía en sintonía con la naturaleza y eran horticultores, hasta que llegaron los españoles, a los que les hicieron frente, esta resistencia fue tan dura que nunca pudieron dominarlos y finalmente los conquistadores decidieron reconocer su soberanía y la propiedad de sus tierras, aunque también cambiaron su modo de vida, convirtiéndose en ganaderos y proveedores de mantas para los colonos, e introduciendo una sociedad jerárquica que no existía anteriormente.

Con la independencia del país en 1818, y los criollos ( hijos de españoles nacidos en el nuevo continente) como los nuevos propietarios del país, se perdieron aquellas concesiones, quedando sin ningún reconocimiento, perdiendo sus tierras y con la prohibición de celebrar sus rituales, fiestas y hablar su idioma Mapudungun.

Estas tierras fueron otorgadas a otros colonos principalmente europeos y hasta hoy la lucha para conseguir lo que era suyo no ha cesado.


Las manifestaciones, carteles de protesta, huelgas de hambre y quema de vehículos están a la orden del día en estas tierras habitadas desde hace más de 10.000 años por sus antepasados.


Después de una interesante sesión de historia, y de la situación actual de este pueblo, seguimos rumbo a la frontera, y a pesar de la lluvia no podemos evitar parar para admirar el magnífico paisaje donde las otorgan una belleza especial a estas tierras del sur.


La salida de Chile, es cuestión de minutos, pero la entrada a Argentina está abarrotada de coches, - que raro, pensamos, porque para ser domingo por la tarde, esperábamos que estuviera más tranquila.

Una de las curiosidades de esta frontera es que tienen una pantalla gigante y están viendo un partido de la liga española. Sabíamos que le pueblo argentino es fanático del futbol, ¡pero tanto……..!

La otra es que en la cola, la gente lleva puñados de tickets y recibos de compra que entregan en la aduana.

Parece ser que los argentinos, aprovechan el fin de semana para ir a Chile y aprovisionarse, no sólo de ropa, sino electrodomésticos, equipos electrónicos y todo aquello que les sale mucho más barato por los elevados impuestos que tienen pagar en su país.


Y por fin, conseguimos los papeles y a la salida de la aduana, una magnífica vista nos da la bienvenida a este país…. un idílico atardecer donde el sol se asoma tímidamente para nuestro primer día en Argentina.


Avanzamos un poco en este precioso parque en busca de un sitio para dormir y encontramos un campamento junto al rio rodeados de araucarias, los árboles autóctonos de la zona. Hacía tiempo que no disfrutábamos de un campamento como este, donde además podemos abastecernos de agua.


La noche es tranquila y por la mañana, los rayos de luz entran por nuestra ventana, ¡¡ha parado de llover!! . Parece que ha sido buena decisión la de venir por acá, pero cuando salimos de la casa, casi se nos lleva volando el viento.

El sol nos acompaña durante medio día, así que aprovechamos para visitar parte del parque Lanin, pero las ráfagas de casi 100km/h nos lo ponen complicado y hasta se llevan mis gafas volando.

El guardabosque nos dice que todos los senderos para hacer caminatas están cerrados hasta el viernes, porque por el viento hay peligro de que se caigan árboles y lastimen a la gente. Estamos a lunes, así que ya veremos cómo nos entretenemos.


A la vuelta del lago, a lo lejos vemos un hombre haciendo dedo, que por cierto parece que mida dos metros…. - Jose para, le digo que hace un frío que pela, y me dá apuro ver al hombre ahí en medio. Paramos y sinceramente, cuando le vemos la cara, mete miedo, pero ya no podemos decir que no, así que hacemos sitio en el trastero y lo encajamos, porque con esas simensiones, no es fácil.

El tipo, Ostwaldo, lo primero que nos dice es que Argentina es un país super peligroso y que tiene un rifle y una 9 mm para protegerse de los maleantes, entonces le pregunto si ha tenido que utilizarla y me dice que sí muchas veces, pero que los rateros han tenido mucha suerte de que no ha apretado el gatillo… a mí casi me da la risa, pero Jose que le ve el careto por el espejo retrovisor no le hace ninguna gracia, después de casi dos horas de viaje y de una conversación un tanto extraña, llegamos a Junin de los Andes donde dejamos a nuestro pasajero que agradecido, nos lleva al supermercado más barato del pueblo.


De Junin, nos vamos para San Martín de los Andes, una pequeña y tranquila población a orillas del lago Lacar, y a la que sus casitas de madera, le otorgan un encanto especial, pero las lluvias siguen y siguen y hasta nieva.

Así que al otro lado de los Andes, no sólo tenemos lluvia, sino también nieve y vendavales, el lote meteorológico completo.

Ahora hay que buscar un plan C, y es en que ocupar nuestro tiempo hasta que el tiempo nos de tregua, porque no queremos perdernos todos los atractivos de esta zona.

Así que aprovechamos para escribir nuestras historias, probar las cervezas locales mientras vemos jugar al equipo argentino que parece no acompañarle la suerte para su clasificación en el Mundial y hacer migas con los locales del pueblo que nos cuentan una versión muy diferente del pueblo Mapuche y que detestan que se les den tierras o concesiones. Sin más, en el pueblo, hay un bonito mirador, y parece ser que el ayuntamiento para evitar protestas, les ha entregado la concesión de la zona y ahora cobran entrada a los que pasan por ahí.

Por suerte, por la mañana, asoma ligeramente el sol y aprovechamos para ir al mirador, donde nos encontramos una valla y un cartel que prohíbe que entren perros.

Como no hay nadie, saltamos la valla y seguimos camino, pero un perro que no sabemos de dónde ha salido se une a la excursión y acaban pensando que es nuestro, así que nos pegan un toque, pero por suerte no nos cobran.

Al final del sendero, tenemos unas espectaculares vistas del pueblo y de las montañas que rodean al lago Lacar.


Justo cuando empezamos el descenso, comienza la lluvia de nuevo, así que nos vamos corriendo a cobijarnos y esperemos que pase pronto.





 
 
 

Commentaires


POSTS RECIENTES:

© 2016 De Alaska a Tierra del Fuego . Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page