EL OSTIONAL, EL INFIERNO EN EL PARAISO - EL OSTIONAL, HELL IN THE PARADISE

alaskatierrafuego
7 feb 2017
3 Min. de lectura

Como en todos los países por donde pasamos, la visita al Pacífico es obligada, es bonito ver cómo su costa va cambiando a lo largo del continente americano, su color, el ambiente de sus playas, es algo que nos va a ir acompañando durante todo el viaje.

Hemos elegido el Ostional como nuestro último destino en la costa antes de cruzar a Costa Rica, es más desde aquí ya podemos divisar la silueta de una de las penínsulas de nuestro siguiente destino.

El Ostional, es un pueblecito de pescadores un tanto remoto pero con un encanto especial, los únicos forasteros somos nosotros y Mark, un sudafricano rubiaco y surfero que lleva dos años viajando en una furgo y subsistiendo con las oportunidades que le va brindando cada día su aventura.

La playa es una maravilla, elegimos una de las orillas junto a unas rocas a unos diez minutos de nuestro campamento, no hay nadie más en los alrededores, así que para nosotros sólos.

El agua está fresquita comparada con otras partes en el pacífico en Centroamérica, lo cual se agradece, y las olas son razonables, una gozada, justo en el último bañito antes de irnos a comer, Jose nota que algo le ha mordido en el pié, ¡ Vaya ¡ yo pienso que es un cangrejo que ha pisado y le ha clavado la pinza, pero me dice que no, que no ha pisado nada, veo que se retuerce de dolor, y decidimos volver al campamento, pero yo voy llena de arena, e ingenua de mí, me meto al agua cuando noto que algo me roza y segundos después - ¡¡¡¡¡ ahhhhhhhh ¡!!!! Me ha mordido a mí también .

Tenemos el pié casi paralizado por el dolor que nos sube hasta más arriba de la rodilla, cojeando y sagrando sin parar, llegamos al campamento, no tenemos ni idea de lo que ha podido ser, lo cual mosquea un tanto a Jose porque se nos está poniendo moradito.

Desesperados porque ninguno de los remedios de nuestro botiquín es capaz de calmar el dolor, vamos a preguntar a unos pescadores que nos dicen que ha sido una raya, que acuden en esta época ya que el agua está fría y que el dolor es fuerte e intermitente…. Pero lo más sorprendente, es el remedio casero para aliviar el dolor, “ poner un trapo en los genitales de la mujer y seguido en el picotazo “ no sabemos si reírnos o directamente hacerlo….

Está claro que en unos segundos, un paraíso puede convertirse en un infierno, pero por lo menos no ha sido nada letal, con lo cual, es parte de la aventura, no todo es de color de rosa.

Tirados en la cama a ver si se pasa el dolor y baje la hinchazón, de repente oímos voces “Amigos¡!! Luisa, Jose ¡!!!, me incorporo de la cama y miro por la ventana, son Tim y Haily, los sudafricanos con los que pasamos la Navidad en Guatemala… les contamos la película y aunque estamos un poco convalecientes, decidirnos unimos a ellos y pensamos que tal vez unas Toñas y buena compañía nos venga bien para distraernos un poco de la pesadilla, y así es, disfrutamos de una excelente velada de pasta, Toñas y ron nicaragüense mientras damos un repaso al mundo, a la sociedad y fantaseamos con un mundo ideal….. pero es cierto que la perspectiva del mundo o de la realidad del viajero, es muy diferente que la realidad de mucha gente, y sobre todo, la de estos países donde las opciones son pocas y las prioridades muy diferentes.

Por la mañana cada uno toma rumbo hacia su destino, los chicos van para Costa Rica, y aunque ese era nuestro plan, la batería sigue dándonos problemas y mejor la revisamos aquí que será más barato, así que con el pie todavía un tanto hinchado y aún con dolores, vamos en busca de una población lo suficientemente grande para ver si dan alguna solución y de paso aprovechamos para encontrar un chapista que nos repare la el destrozo del camper sufrido por los desagradecidos caminos que recorremos para llegar a nuestros destinos.

Rivas es una población grande así que aquí hacemos una búsqueda de alguien que nos pueda hacer una buena reparación y no una chapuza como hasta ahora, y lo encontramos, el cento de pintura Gojoma. Además como en el resto de países latinos por los que pasamos, la gente es super servicial y al instante se ponen con ello, en este caso, iban cargadísimos de trabajo pero como le decimos que queremos cruzar al día siguiente a Costa Rica, se ponen los cuatro trabajadores a piñón y en un par de horas listo, ¡muchísimas gracias Gonzalo !.

Nuestra siguiente misión es aprovisionarnos, sabemos que Costa Rica es muy cara y vamos a llenar la despensa antes del cruce, así como el tanque de gasolina y propano para cocinar. Y una vez listos nos vamos al país del eterno verano.