LA BANDA DE BACALAR Y SU LAGO DE SIETE COLORES - BACALAR´S BAND AND ITS SEVEN COLORS LAKE
- alaskatierrafuego
- 6 dic 2016
- 4 Min. de lectura
Tulum es nuestro último destino previsto en el Yucatán antes de cruzar la frontera hacia Guatemala, primero teníamos pensado hacerla a través de Belice, pero historias de otros viajeros y la burocracia de otro país, nos hacen cambiar de planes, yo ya conocí este lugar hace años, y para llevar la casa a cuestas, no es demasiado recomendable ya que a las Islas, que es lo más bonito, no podemos cruzarla.
Conducimos hacia el sur y en el camino se encuentra Bacalar del que hemos oído hablar que tiene un lago de siete colores, lo cual nos llama la atención y hacemos una parada.
A la entrada al pueblo nos encontramos con unos niños rubios, parecen nórdicos y van vestidos como campesinos y con sombreros, parecen Amies, que extraño nos parece, luego nos contarán que son “ Menonitas” son comunidades Holandesas y alemanas que se instalaron en los años 20 donde se les concedieron unas tierras y viven con un estilo de vida muy particular.
Conducimos por la calle que va hacia el lago buscando un sitio seguro y tranquilo para dormir, esto es ya rutina habitual, al fondo de la calle un hombre vestido con una camiseta hippie fosforita da un poco de color al día gris que tenemos, aunque habla español, no tiene pinta de Mejicano, nos dice que podemos aparcar en la puerta de su casa y nos da agua para llenar el depósito porque vamos secos, sus generosidad nos acerca a él y aquí comenzará una bonita amistad que viviremos durante los siguientes días.
Mientras Jose rellena el agua, yo me acerco al muelle, para hacer unas fotos y la imagen que veo me deja completamente hipnotizada, sus aguas verdes y el ambiente misterioso convierten este sitio en mágico.

Jimmy es un americano de nacionalidad, pero mejicano de corazón que la vida lo trajo hasta Méjico donde ha vivido en comunión con la madre tierra y con su numerosa familia. Su profesión en los EEUU era productor de cine y música pero por convicciones lo dejó todo y aquí está en Bacalar y desafortunadamente separado de su familia por circunstancias de la vida, este hombre es la generosidad personificada y su vida es francamente de película, ahora vive al día de su música que a nosotros nos ha emocionado.
Después de darnos un bañito, Jimmy nos invita a ir a tomar unas cervezas a la parte de atrás de su casa donde hay unos chicos con él, Luis alias Scott y Pierrina con los que pronto entablamos conversación.
Luis es un chico con sangre Maya en sus venas, inquieto, dicharachero y que te deja con la boca abierta con sus historias, tiene una banda de chicos malos pero se ha cruzado con Pierrina y tiene una nueva visión de la vida.
Pierrina es una chavalita francesa que dejó su país para vivir su aventura al otro lado de océano y que viajaba sola hasta que conoció a Luis y su banda.
Y el destino nos ha juntado en Bacalar, como lo llamamos, un nuevo encuentro entre Españoles y Mayas pero esta vez pacífico y con muchas ganas de aprender los unos de los otros.
Después de unas chelas (litronas), vienen otras y así sucesivamente hasta que nos vamos a dar un volteo por el pueblo y acabamos en un muelle privado de unos locales que parecen sacados de una película, no sabría muy bien decir de qué género.
Los siguientes días los pasaremos con lo que Jimmy ha bautizado “ La banda” aprendemos a tortear el maíz para hacer tortillas, y a coger caracoles del lago que cocinamos juntos, compartimos desayuno, comida y cena. Entre tanto bañitos, cervecitas, y relax, podría durar toda la vida.
Por la noches, “historias”, y algunas para no dormir, por el día paseamos por el mercadillo, visitamos la casa de la cultura donde conocemos al maestro Alonso, también Maya que nos deleita con historias y proyectos.
Bacalar es un pueblecito tranquilo con pocos viajeros y los que hay tienen un rollito bastante hippie, venden su artesanía en la plaza o en lago y con la mayoría hemos entablado conversación ya que casi todos pasan por la puerta de Jimmy donde estamos afincados, y no sólo paran los viajeros, también el policía local se acerca todos los días un par de veces o tres y nos pone al corriente de lo que hay en el pueblo, o el vendedor de elotes y tamales que nos cuenta batallitas o muchos otros locales que conocen a Jimmy y pasan a saludarle.
Los primeros en abandonar “la Banda serán Luis y Pierrina “, quieren seguir su camino conociendo el Yucatán.
Los siguientes días serán más tranquilos mientras Jimmy me enseña a editar videos, Jose hace la compra, va a la pelu y conoce a otros viajeros….. los días pasan como en familia pero sentimos que tenemos que dejar Bacalar y dejar a Jimmy para continuar nuestro viaje.
Durante estos días hemos escuchado historias de tesoros escondidos, de rituales Mayas, de metamorfosis humanas, de mormones, de agentes del servicio de inteligencia, la realidad de estas historias y lo que llamamos ficción en Occidente se fusionan hasta que no somos capaces de distinguirlo e imagino que para entenderlo hay que vivirlo.
Porque sabéis una cosa, “Las sirenas existen sólo hay que creer en ellas para poder verlas”
Esta mañana hemos decidido dejar Bacalar y tal y como Jimmy nos pidió, no nos hemos despedido de él, hemos dejado sus calles al amanecer en silencio y con lágrimas en los ojos, los días que hemos pasado juntos han sido increíbles. ¡Hasta la vista amigos ¡
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