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DEL GOLFO DE MÉJICO AL MAR CARIBE – FROM THE GOLF OF MEXICO TO THE CARIBEAN SEA.

  • alaskatierrafuego
  • 30 nov 2016
  • 6 Min. de lectura

Dejamos atrás la selva y la ciudad Maya de Palenque para dirigirnos hacia la península del Yucatán, la verdad que no llevamos un rumbo muy marcado, así que donde nos lleve el destino, las carreteritas y los topes hacen que la conducción sea algo dificultosa y se nos está haciendo de noche, así que vamos a buscar como los antiguos exploradores un trocito de tierra en el Golfo de Méjico donde plantar nuestro campamento.

El encuentro con el Atlántico, no es demasiado atractivo, ya ha caído el sol y hace un viento y un oleaje que mete miedo pero no hay otra que plantar la casita en un trocito de playa que encontramos ya que llegar a una población nos llevaría más de una hora.


A la mañana siguiente durante mi paseo matutino además de disfrutar de los cantos de las decenas de pájaros y de sus fantásticos colores encuentro el sitio ideal para trasladar el campamento, porque en la anterior teníamos la casita completamente torcida. Un cocotero, arena blanca y el Atlántico ya calmadito, parecemos Robinson Crusoe y su chica, la única compañía que tenemos son los pelícanos, las garzas, las gaviotas y demás aves que viven aquí.

Mientas fantaseamos con que estamos en una isla desierta, como sobreviviríamos, y contemplamos el mar, se nos pasan las horas debajo del cocotero. Un paraíso terrenal como decía Sabina en su canción.

Después de un par de días de playa paradisíaca es hora de moverse y ver lo que esconde esta península.


Campeche nos pilla de paso y aunque nuestra experiencia es que las poblaciones o ciudades nos saquean los bolsillos, ya mentalizados de no gastar un centavo, nos sorprende gratamente esta tranquila ciudad colonial que además está de celebración por la conmemoración de la revolución mejicana y nos encontramos unas bandas campechanas haciendo música y la gente bailoteando.

Campeche tiene un aire más occidentalizado que los pueblos de los que venimos, las gentes hacen su deporte matutino por el malecón y las apariencias parece que son importantes por aquí, al menos eso nos comenta Alan, un americano que vive aquí unos cuantos años y está casado con una campechana.

Esta ciudad fundada por Francisco de Montijo después de arrebatarles el territorio a los Mayas, amurallada para evitar los saqueos de los piratas ingleses a la corona española, atrae al viajero a disfrutar de unos días de tranquilidad.


Pero si hay un sitio que nos despierta la curiosidad en el Yucatán, son los cenotes, los “agujeros sagrados” según los antiguos Mayas.

Aunque está un tanto inaccesible nos decidimos por ir al cenote de Kankirixche, y como en otras ocasiones rezamos para que no venga un coche de frente, después de un rato, un hombre aparece en medio del camino y nos dirige a lo que podemos llamar zona de aparcamiento donde hay otros hombres más que hablan entre ellos, pero no les entendemos. - ¿En qué idioma hablan ustedes? les preguntamos – En Maya, nos responden… nos quedamos sin palabras la verdad, porque hasta les cuesta hablar en castellano. Impone que se haya conservado una lengua después de la conquista española donde todas las lenguas indígenas quedaron vetadas.

No hay nadie más en el paraje, no nos lo podemos creer, un cenote para nosotros solos, los hombres nos indican, está ahí detrás, pero lo único que vemos es un agujero, cuando nos acercamos y bajamos las escaleras que conducen a él, entendemos porqué los Mayas lo consideraban sagrado. Sus aguas cristalinas azul turquesa, sus estalactitas y sus cuevas que parecen conducir al abismo nos dejan completamente abstraídos hasta que cae la noche y regresamos a la casita que quedará plantada encima de este lugar mágico.

Estos cenotes, son uno de los secretos que guardaba el Yucatán y que nos han dejado fascinados, visitaremos unos cuantos más pero la experiencia de tener uno para nosotros solos será única.


La península del Yucatán es cuna de las civilizaciones Mayas más importantes y queremos descubrir los secretos que encierran estas ruinas ancestrales, pero lo que no queremos, son masas de turistas alrededor echándose fotos como locos.

Nuestra opción es alejarnos de las más visitadas y dirigirnos a la Ruta Puuc, donde florecieron las civilizaciones que llevan su nombre, llegar a estas ruinas que son menos accesibles y más alejadas de las rutas turísticas los caminos nos llevan por pueblos recónditos del Yucatán donde nos vuelven a mirar extrañados y con un poco de recelo, vamos secos y hay que poner gasolina al coche pero por donde pasamos ni rastro de una gasolinera así que paramos a preguntar, Jose se acerca a una casa donde hay una familia en el porche y yo desde el coche, veo que no le hacen mucho caso, pero el sigue insistiendo y finalmente la abuela le da indicaciones con la mano, en definitiva no nos hemos enterado de donde hay una gasolinera y por lo visto no lo entendían, por eso pasaban de él. Por suerte unos kilómetros más adelante pasamos por una población más grande donde encontramos una gasolinera.

Llegamos a Kabah justo antes del atardecer y cuando entramos, su Palacio, imponente con los últimos rayos del sol en la fachada cubierta de mascarones del Dios Chaac, Dios de la lluvia nos transporta cientos de años atrás, no hay nadie más en el lugar por lo que podemos sentir esas piedras, esos grabados y esas esculturas que estas gentes levantaron. La misma experiencia tendremos en Labná a la mañana siguiente al amanecer cuando todavía la bruma del amanecer envuelve estas pirámides todavía medio ocultas por la vegetación de la selva.


Por ver una de las maravillas del mundo hay que pagar un precio y aunque hemos estado dudando, Chichen Itzá nos deja con la boca abierta, la gran ciudad Maya del Yucatán no deja indiferente al visitante por ser una de las mejores restauradas de todo Méjico y por los secretos y misterios que esconde.

En este lugar se fusionaron la civilización Maya con la Tolteca, pueblo que llegó desde el centro de Méjico que introdujo el culto a Quetzalcóatl ( La serpiente emplumada) y los sacrificios humanos en los rituales, y estos escalofriantes acontecimientos están reflejados a lo largo de toda la ciudad; en la plataforma de los cráneos, donde las cabezas de los decapitados eran expuestas al público, en la cancha del juego de la pelota donde se pueden ver los grabados de la cabeza del capitán del equipo ganador a manos de los sacerdotes…. Si si, el capitán del equipo ganador era ofrecido en sacrificio y decapitado en público, imagino que esto sería un honor porque yo hubiera hecho todo lo posible para que perdiera mi equipo… “ O quien sabe, a lo mejor lo hacían pero no les salía bien “.

Siguiendo con alguna de las barbaries que ocurrían en este lugar, la inserción de jade en los dientes y la deformación de los cráneos en los bebés era habitual en familias de alto rango, esto lo hacían poniendo tablas a ambos lados de la cabeza.

Por otra parte, aquí surgieron grandes descubrimientos astrológicos y el calendario Maya, ya que eran grandes astrólogos y todavía existe el mito de si eran seres terrenales. Todo lo que rodea a la cultura Maya está lleno de misterios.


Dejamos este enigmático lugar para dirigirnos al caribe, nuestra primera parada es Playa del Carmen donde quedamos prendados con las aguas azul turquesa del “soñado caribe” y de ahí vamos a Tulum donde visitaremos las ruinas Mayas en el clave más espectacular hasta ahora, esta ciudad se dedicaba al comercio y construyeron una ciudad junto al mar que cuando los españoles divisaron desde su barco quedaron prendados al ver los torreones Rojos y los muros brillantes al reflejarse el sol. Me hubiera gustado estar en la piel de uno de esos conquistadores en el momento del descubrimiento de una nueva civilización…. ¡Que momento ¡, ¿que pensamientos, miedos, palabras surgirían del Rey Maya de Tulúm en su encuentro con Juan de Grijalva.

Y qué triste que un hecho histórico tan emocionante terminara en una masacre de estos pueblos y su sometimiento.

Lo que resulta un tanto molesto de esta zona es que con la propiedad privada a diestro y siniestro, cuesta encontrar un acceso público a la playa y hasta nos echan de un ancho de la carretera donde queremos pasar la noche porque nos dicen que es propiedad privada, ¡Vaya tela!

La playa de Tulum con las ruinas Mayas de escenario es muy bonita y nos buscamos un sitio donde pasar un par de días cerca de los acantilados donde apenas hay gente.


Aquí vamos a presenciar una escenita policiaca en la que finalmente acabamos interviniendo ya que la americana involucrada y su marido nos piden ayuda al verse impotentes de no poder comunicarse con los policías y ver a su marido esposado sin entender muy bien lo que estaba pasando, la historia es que cerca de los acantilados junto a las ruinas hay una escalinata que sube y hay unas vistas muy bonitas y un poco más adelante hay una valla tirada y este hombre se metió dentro, cuando el propietario le vio, avisó a la policía turística, sin haber ningún cartel de prohibido el paso no ha sido el primero en pasar, y sinceramente no veo yo que haya que esposar o encarcelar a nadie por eso y más siendo un turista, pero parece ser que les pidieron dinero y nosotros les cortamos el rollo, pues ajo y agua policías corruptos.

El día termina pasado por agua aunque todo el mundo ha salido corriendo nosotros aguantamos para ver el magnífico y último atardecer en Tulum pero la lluvia pasa a diluvio y hay que batirse en retirada, y con este aguacero, nos despedimos del Caribe, volveremos a encontrarnos en nuestro camino hacia el sur.




 
 
 

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