DE LOS PUEBLOS MANCOMUNADOS A LOS VALLES CENTRALES - FROM VILLAGES MANCOMUNADOS TO CENTRAL VALLEYS.
- alaskatierrafuego
- 30 oct 2016
- 5 Min. de lectura
Vamos en dirección Oaxaca y por el camino los mantos de flores cubren el paisaje, se acerca el Día de los Muertos, una de las celebraciones más importantes para los mejicanos y todas estas flores van a decorar los panteones de aquellos que ya no están entre nosotros.
Queremos ver esta celebración en Oaxaca porque es una región con bastante tradiciones y promete, aunque ya por alguno de los pueblos por los que hemos pasado están de preparativos decorando altares, vendiendo pan de muerto y calaveras por todas partes que ellos llaman “Catrinas”, ese el nombre con el que los mejicanos llaman a “la Muerte”, este sitio nos llama especialmente la atención.
A la altura de Nochixtlan, vemos que hay una retención que ha creado una larga cola, parece que algo pasa. Un chico se nos acerca y nos dice que los maestros han bloqueado la carretera, es cierto, Manuel el chico que conocimos en Baja ya nos habló de este problema que tienen ciertas regiones del país, todo empezó hace ya cuatro años con la reforma educativa y aunque hemos intentado indagar para entender mejor el problema no conseguimos mucha información, pero parece ser que el presidente Peña Nieto introdujo oposiciones para los maestros y prohibió la venta o paso de una plaza a familiares o amigos, por otra parte nos dicen que es que se quiere privatizar la enseñanza y que los contratos de los profesores serán anuales, en fín, una mezcla de factores que han llevado a este colectivo a hacer protestas y bloqueos de carreteras en protesta.
Pero en Nochixtlan hay un gran problema añadido, durante los bloqueos en el mes de Junio pasado la cosa se puso demasiado caliente y once maestros fueron asesinados a manos de los militares enviados por Peña Nieto, esto ha desencadenado una situación de tensión y protesta mucho más fuerte, los autobuses y camiones quemados con pancartas que acusan al presidente y al que era alcalde en medio de la carretera dan fe de ello, todos los días hay bloqueo desde las 9 de la mañana hasta la 6 de la tarde. Este chico nos pide unos pesos para un refresco a cambio de llevarnos por un atajo mientras nos pone al corriente de la situación, de la que otras familias sacan partido y aprovechan para vender refrescos, tacos, y toda clase que chucherías además de llevar a la gente por el atajo que sólo conocen los locales. La sorpresa es que al salir del atajo todavía hay maestros, los cuales nos dejan pasar pero unos kilómetros adelante a un camionero se le han hinchado los huevos y ha bloqueado toda la carretera, así que toca que vengan los maestros y solucionen esta situación, finalmente salimos de esta, y esperamos que se solucione y sobre todo que no se cobren vidas, es demasiado fuerte ver cosas así.
Como todavía faltan unos días para el Día de los Muertos, aprovechamos para explorar los pueblecitos de montaña de los alrededores.
Teotitlan del Valle es nuestra primera parada, ya se está haciendo de noche y este pueblecito nos da buena vibra, así que aparcamos al lado de la iglesia, queremos preguntar a la gente pero cuando acercamos a la gente nos miran con recelo y además nos percatamos de que hablan en otro idioma, este pueblo es Zapoteca, otra civilización muy potente en esta zona de Oaxaca y que han conservado su lengua y muchas de sus tradiciones aunque junto con los Mayas y Aztecas sufrieron la invasión hispánica.
Poco a poco la gente ya se nos va acercando y hasta Gerardo un local nos invita a su casa, pasamos también por la comandancia para informar a las autoridades que vamos a dormir en la plaza y harán la ronda para vigilarnos, somos los únicos visitantes extranjeros y la verdad que nuestra casa despierta la atención de todo el vecindario.
El revoloteo del mercado justo en frente de nuestra casa, nos despierta por la mañana, así que vamos a explorarlo, las mujeres van vestidas y peinadas tradicionalmente Zapotecas, imagen que Frida hizo bien popular. Desde gallinas hasta madera, tamales, pan, artesanía y mucho más, así que hemos comprado un pan de muerto y unos tamales que no sabemos muy bien lo que son pero una mujercilla se lo ha encasquetado a Jose Carlos antes de seguir explorando el resto de pueblecitos.
La carretera serpenteante y bastante empinada que conduce a los siguientes pueblos, vamos conduciendo por encima de las nubes, es todo un espectáculo.
Benito Juarez, Lachatao, Latuvi, Tepec…. Y algunos más son los pueblecitos mancomunados, se llaman así porque se han asociado para fomentar el ecoturismo además de toda la naturaleza de sus alrededores, están anclados en el pasado pero sin duda ofrecen una imagen del Méjico más auténtico.
Como prácticamente no hay turistas, especialmente en Lachatao despertamos una gran curiosidad o más bien nuestra casita, todos los quieren pasar a visitarla, especialmente los más pequeños que van haciendo turnos porque no caben todos a la vez además de ir corriendo la voz, no hay manera de sacarlos y algunos quieren hacer pipi en nuestro baño, así que les concedemos el deseo, es muy divertido y se quedan entusiasmados de que nuestra casita sea rodante.
Después de unos días visitando estos pueblecitos vamos a zambullirnos a las piscinas naturales más espectaculares que nunca hemos visto ya no sólo por el paraje en el que están sino por las magníficas vistas de los Valles centrales. Hierve el Agua se ha ido creando durante miles de años por minerales que se han ido depositando, el baño es muy relajante pero a la vuelta - ¡ Sorpresaaaa ! Una de las ruedas está pinchada y la casa completamente torcida, llevamos un mes en Méjico y ya han caído dos.
Justo al lado hay un pueblecito donde hay una tienda de abarrotes ( comestibles) el dueño y los hijos hacen además arreglos de ruedas, chapuzas, soldaduras y toda una serie de tareas asignadas a cada uno de los hijos, así que mientras uno nos arregla la rueda, otro nos suelda una chapa que llevamos suelta junto al tubo de escape, menos mal que la broma no ha salido cara, eso es lo que tiene Méjico mientras que esto en EEUU nos hubiera costado mínimo 80$, aquí hemos pagado 8.
Y si hay una cosa que no queremos perdernos, es un mercado tradicional en los días previos al día de los muertos y hemos oído que Tlacolula tiene el mercado en domingo que nos viene de perlas. La experiencia es única, cientos de personas llenan las callejuelas comprando y vendiendo todo lo que se nos pueda pasar por la cabeza y seguro que nos olvidamos de algo, pavos, gallinas, todo tipo de comida, flores, velas, catrinas, pan de muerto, ropa, artículos de ferretería, chapulines ( saltamontes fritos con ajito) y mucho más. Las gentes visten sus trajes típicos Zapotecas, dependiendo del pueblo, son diferentes y llenan este mercado de colores. Es un auténtico hervidero, por algunas calles apenas podemos movernos increíble experiencia. Terminamos el día de mercado con un buen mole negro, unos chiles rellenos y carne en salsa miltomates. Increíbles sabores, eso sí a mí se me saltan las lágrimas del picor del chile que nos durará un buen rato.
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